El lunes, decretado como feriado, mostró una ciudad con escaso movimiento. Solamente a la mañana pudo apreciarse algo más de gente en las calles. En horas de la tarde, con sol pero con bajas temperaturas, el ritmo fue menor al de un domingo.
Una recorrida por el centro de la ciudad permitió establecer un cuadro de situación. El Paseo Gastronómico solo tenía un comercio abierto, la tradicional heladería y unos pocos visitantes. La calle La Merced mostró a la mayoría de los comercios con sus persianas bajas.
Solo algún kiosco o supermercado permaneció atendiendo al público. El mismo panorama podía apreciarse en las otras calles principales. Sólo se notó una fila gente sobre una esquina de la calle Perú, donde estaba abierta una farmacia de turno.
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Las plazas, en tanto, ofrecieron un panorama poco habitual. Fueron pocos los vecinos que se acercaron a disfrutar de la tarde. Solo un puñado y dispersos pudieron apreciarse en esos lugares. Seguramente, el martes tendrá un panorama similar y habrá que ver que ocurre a partir del miércoles.