Importante noche solidaria de cara al 14 de octubre
Jóvenes, docentes y padres del Colegio Nuestra Señora de la Merced, más conocido como el “Don Bosco”, realizaron el último viernes una nueva peña en el Centro Tradicionalista La Montonera, para recaudar fondos que permitan costear los pasajes y estadía de la comitiva que viajará a las Islas Malvinas.
De esta forma, se transformarán en el primer contingente del país en hacerlo como Escuela y viaje educativo después del conflicto bélico de 1982, una singular idea seguramente precursora de muchas otras. Como se sabe, los chicos irán acompañados por algunos docentes, entre ellos la directora de la escuela, y algunos ex combatientes que les transmitirán “in situ” las experiencias de su juventud durante la guerra.
EL TRAYECTO
La experiencia bajo el lema: “Vamos desandando la historia, siendo artesanos de memoria” tendrá su epicentro este 14 de octubre, saliendo de Ensenada con gran despedida familiar y de amigos, para llegar poco después en micro hasta Buenos Aires donde volarán a Río Gallegos. Una vez allí tomarán el segundo vuelo a las Islas, donde vale la pena recordar que solamente tiene vuelos la empresa Lan Chile. Según se supo, cada uno de los lugares tiene aproximadamente un valor total de 40 mil pesos (por persona) según lo que calculan los propios viajeros, que han realizado ya innumerables actividades y encuentros solidarios, y casi tienen todo listo para abordaje hacia el archipiélago, donde pasarán una intensa semana.
LOS CHICOS DE MALVINAS
Los jóvenes de sexto año del Colegio Don Bosco que viajarán a las Islas Malvinas son Julieta Santos, Franco Vietri, Lautaro Reyes, Matías Villafañe, Matías Estrugo, Lisette Gauna, Tamara Schlegel, Julieta Díaz, Ileana Romero, Mateo Quaresimale, Braian Merino, Valentina Seanopolo, Juana Mosca, Brenda Agüero, Lucila Depentori, Abril Escobar, Carolina Cáneva, Valentina Beltrami y Micaela Falloco.
Todos ellos fueron los encargados de servir las mesas y tomar los pedidos del buffet el viernes por la noche, cuando entre folklore y risas, agotaron prácticamente todo lo que había para vender, gracias al elogiable acompañamiento de vecinos de toda la ciudad.