Tal como remarcáramos en la anterior edición de este Semanario Fuerte Barragán, quedó finalmente confirmado que a partir del 2 de diciembre los afiliados al PAMI que viven en la zona ribereña de Punta Lara ya NO contarán con un solo médico que atienda en toda la localidad. Si, cambiamos.
Una vez más, los abuelos son afectados por las Medidas impuestas por las nuevas autoridades de la Obra Social más grande del País, encabezadas por el sorprendentemente «insensible» Doctor Carlos Regazzoni, a quien mucho le gusta salir en los Medios televisivos amigos, pero que nada realiza en concreto en favor de los afiliados, sino todo lo contrario. Cada día que pasa es un prácticamente un servicio o una prestación menos para los jubilados nacionales, en esta «caída libre» en que se encuentra el PAMI desde la llegada de la Gestión Macri, que más que pretender «ordenarlo» como se argumentó en un principio, las acciones recuerdan mucho a la década de los 90. Es muy triste ver hoy, las similitudes a cuando se intentaba por todos los medios, mostrar a los servicios del Estado como inviables e ineficientes. En esa tesitura, el destino del Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados resulta tan visible como poco alentador.
Así las cosas, en pocos días todos aquellos abuelos residentes en Punta Lara deberán trasladarse hasta Ensenada centro para poder recibir la atención de cabecera, sumando una incomodidad más a las ya conocidas, además de gastos extra en traslados y mayor pérdida de tiempo y desgaste físico.
