A mediados de Enero el titular del PAMI a nivel Nacional, Carlos Regazzoni, salió por Cadena Mediática denunciando que se habían encontrado en un depósito, abandonadas, casi 16 mil sillas de ruedas. Mostrando imágenes que no eran reales, el mismo funcionario de altísimo rango tuvo que salir a aclarar días posteriores, ya que se puede inferir que 16 mil sillas cabrían mínimamente en la cancha de River.
Lo interesante de esta aclaración fue que la acusación fue realizada por todos los Medios y la aclaración solo salió en algunas Radios porteñas, por lo que la mayoría de las personas que supo de la noticia, se quedó con la Imagen de esas sillas abandonadas en algún galpón supuestamente «escondidas», bajo alguna intención maligna (e ingenua) de que los abuelos no usen algo que ya estaba comprado y encima servía para «hacer política».
Pero esa acusación quedó como tantas otras sólo en un hecho mediático más del Gobierno actual, en donde su falta de respuestas y de gestión, son permanentemente tratadas de ocultar apelando a la supuesta «pesada herencia». Ahora, la realidad es que desde Diciembre a la fecha no se ha entregado ni una sola Silla de Ruedas, y todo aquel pedido de este insumo durante los últimos 12 meses se encuentra en espera. Entonces, cabe la pregunta de si es tan real que encontraron esas sillas de ruedas. Y si lo es, ¿por qué no las envían a las agencias así les llega a los afiliados? O ¿Será que fue una maniobra mediática más, con denuncias falsas para distraer a los vecinos, del brutal ajuste que está sufriendo la Obra Social?
Las respuestas posibles son dos y ambas son negativas para el Gobierno de Cambiemos. O fue mentira la denuncia, o lo que es realmente peor, si fue verdad el hallazgo de tantas sillas (muchas más de las que se encuentran pedidas y en espera por nuestros abuelos de todo el país) el cinismo aplicado hierve la sangre. Porque si después de 8 meses siguen guardadas, es que no las quieren entregar.
Mientras tanto, los abuelos siguen perdiendo: sin pañales, sin 180 medicamentos y sin sillas. Pero la cuenta sigue restando.
