Un viernes muy especial, en familia, con murga y diversión en el Hogar
El pasado viernes por la tarde, CIRANDA “Centro de Día para Adultos Mayores”, ubicado en Aristóbulo del Valle y Ferella, celebró junto a todos los abuelos que allí residen y al personal completo, familiares y amigos, un encuentro único de Carnaval con música, alegría y la mejor onda.
Tras intensos y divertidos días de trabajo en los trajes, maquillajes, adornos para el salón principal, coreografías y estandartes de las murgas, los abuelos junto a profesores de diferentes áreas y todo el personal del Centro de Día, prepararon una jornada única. Cerca de las 17 fueron llegando las familias que componían la prestigiosa lista de invitados especiales, y el carnaval tomó forma con la generosa participación de un grupo de bailarinas y bailarines de la reconocida comparsa “Emperatriz”, del Club Caboverdeano, seguidos por los propios abuelos también vestidos para la ocasión.
Así las cosas, no fue una tarde más para quienes disfrutan sus días en Ciranda, sino que se trató de una muy especial, cargada de sonrisas, diversión, juegos y mucha alegría.
CARNAVAL A LA URUGUAYA
“Somos como los Uruguayos”, contó en diálogo con Semanario Fuerte Barragán, el director del Centro de Día, Daniel Raiher: “porque estamos celebrando el carnaval en marzo”, y realató los por menores de una idea que fue tomando forma poco a poco, por lo que decidieron tomarse el tiempo necesario para que saliera lo mejor posible. Y así fue. “La idea es poder festejar todo lo que se pueda, traer motivos para que se logre hacer una fiesta, para que se puedan disfrazar, maquillar, que puedan cantar, con apoyatura del profesor de música, así que las cosas salen bastante bien y divertidas”, contó en medio de los festejos, donde los abuelos competían sanamente por elegir a la escuadra más divertida.
Consultado acerca de la reacción de las personas mayores que allí viven, Raiher contó que “Los abuelos lo tomaron bárbaro. Ahí están, todos protagonizando con su murga, hasta hay disputa por los colores y los nombres, pero todo siempre en el marco de mucha alegría, felicidad y predisposición para festejar”.
ALEGRÍA TERAPÉUTICA
Respecto de la pregunta ¿En qué beneficia esta práctica? el titular de Ciranda especificó que: “Se trabaja muchísimo en lo que es atención, psicomotricidad fina y todo lo que es memoria. Por ejemplo, rescatamos lo que era el carnaval, el corso, los bailes de su época. Estamos trabajando más o menos hace un mes, con talleres, sobre lo que representaban las murgas de la zona. Todos se acordaban de murgas, algunas que aún existen y otras que desaparecieron. Así que todo es como un ejercicio intelectual, que después se aplica al festejo”. Además: “los abuelos confeccionaron los trajes, insignias, eligieron los colores, el nombre de la música, las canciones y trabajaron en armar las letras que están modificadas” (Sobre temas muy conocidos).
¿QUIÉN APRENDIÓ MÁS?
“Sin dudas nosotros aprendemos mucho de los abuelos” cuenta Daniel. “De su experiencia en murgas, de rescatar las épocas en cuando se jugaba con agua, en el marco de alegría y buena predisposición sin ningún tipo de violencia en los barrios, y ellos te cuentan esa experiencia. Así que a ellos les encanta participar, pero aprendemos muchísimo nosotros”.
De esa forma, la jornada de carnaval se extendió hasta entrada la noche, donde se pudo ver gran número de hijos y nietos, mayores y jóvenes, disfrutando con sus padres y abuelos toda la alegría y el festejo, preparado por ellos mismos durante mucho tiempo.
